Hoy
vuelvo a sacar yo a los perros, y me encuentro con una señora con dos perros.
Como veo que Pepa y Poco empiezan a ponerse nerviosos, decido pasar rápido por
ellos, sobre todo si a ellos se les añade un perro grande y blanco que venía
por detrás, suelto. A la vuelta a casa, evito a la señora con sus dos perros, y
saludo a la ancianita de las flores, que siempre me contesta con una sonrisa y
un asentimiento.
Al
llegar, Angy está haciendo tostadas, y han decidido que hoy vamos a la playa.