Hoy
amanecemos pronto, y aunque me dice Angy que se ocupa hoy ella de los perros,
no puedo dormir, así que le acompaño.
Al
volver, sacamos un rato a Piruleta, Piru, el jerbo de Ali, por la habitación de
juegos en su bola, aunque cuando se abre, decidimos ir al baño, tapando con la
esponja el agujero que hay al lado del lavabo.
Cuando
ya hemos guardado a Piruleta, no por cansarnos, si no por hacer algo con
nuestras vidas, mientras Jorge va preparando los champiñones para que al volver
no falte nada para probar la lasaña, salimos Angy y yo a la calle a probar la
bici, lo hinchadas que están las ruedas, y el traqueteo de la caja azul, que la
sujetamos a la bici con bridas.