Hoy al
despertarme he hecho un pacto con Angy: ella ponía una lavadora, yo sacaba a
los perros, y al volver desayunábamos los tres.
Nada
más llegar con los perros desayunamos, y al acabar, rumbo a Delft, pero ésta
vez nos perdemos, porque teníamos que entrar una o dos salidas antes que ayer,
ya que el Lidl está a las afueras, y no nos sonaba, lo que no es bueno.
Por fin llegamos a 1,3km del centro, según la tablet,
y nos decidimos, en una urbanización del estilo de la de Wassenaar, a dejar el
coche, ya que en Delft cuesta unos 3€ la hora de parking.
Y aquí
os dejo un pequeño resumen de nuestra primera visita de verdad a una ciudad:
Primer edificio que vemos cerca del coche que puede servirnos de referencia.