Tercer día, y amanecemos cansados, como todos los días. Ali y Moni
destrozadas por haber tenido que compartir cama con sus padres, y los tíos (menos
Brezo, que ya no estaba porque se había ido a trabajar), nos dicen que se van a
“La Haya” a conocerlo. Nos dejan las bicis, entre ellas una alquilada para que
tío Pablo pueda llevar a Diego atado delante, y ellos se van en coche.
Desayunamos, y vamos con los primos al pueblo. Nos enseñan el molino, que está en
obras, y no entramos por ello y por aquello de la celiaquía (dudo que se
escriba así) de Jaco, pero podemos hacerle su merecida foto, ya que el día
anterior lo habíamos visto, pero desde el coche, así que no pudimos más que
grabarlo. Me pareció muy bonito, merecedor de una foto en condiciones.